Pontevedra, 28 Mayo de 2016
Bruselas aprieta pero no ahoga. Más bien lo que no quiere
Bruselas es ahogar al gobierno español en funciones hasta que pasen las
elecciones generales. Posiblemente lo hace para contribuir a que el Rajoy pueda
seguir gobernando, porque lo que más temen es que España ponga el grito en las
urnas y apueste por un gobierno que promueva políticas económicas distintas a
las que el PP, por imposición europea, lleva a cabo. El ejecutivo comunitario
ha aplazado hasta julio la decisión de multar o no a España por no haber
cumplido con el objetivo del déficit el año pasado, y eso porque las
administraciones públicas españolas gastaron ocho mil millones más de lo
prometido en 2015. En el supuesto de que en julio tengamos gobierno, éste de
encontrará con la necesidad de hacer ajustes por el dispendio anterior, y con
la guinda del pastel que puede suponer la sanción europea. Si es un gobierno
distinto al actual, sería un castigo incluso antes de ponerse a andar, y si es
al mismo gobierno que propició el rebosamiento del déficit, también pagarían
justos por pecadores, es decir, los ciudadanos. Por tanto, en Europa van con el
PP, porque más vale malo conocido y sumiso que bueno por conocer.
Publicado en LA VOZ DE GALICIA el día 28 de mayo de 2016
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