viernes, 25 de marzo de 2016

Semana de Pasión

Pontevedra, 25 Marzo de 2016

Estamos en Semana Santa y los devotos disfrutan de las procesiones venerando a sus santos favoritos. En el PP, que son mucho de rendir culto, andan estos días sacando en procesión a Nuestra Señora del Perpetuo Aforamiento, conocida en su vida terrenal como Rita Barberá. Así fue como la bautizaron en La Sexta, cuando el Gran Wyoming la hizo procesionar por el plató en un sobrecogedor y sentido paso (saeta incluida) dedicado a la lideresa valenciana.

Rita Barberá fue alcaldesa de Valencia durante 24 años y su poder inmenso. Fue la pieza principal sobre la que se apoyó Francisco Camps para consolidar su poder en el partido, y fue la que le sostuvo durante los años de instrucción del caso Gürtel. Nada se hacía sin su permiso. En todo este tiempo ha esquivado casos como Emarsa, Nóos o el denominado Ritaleaks, aquel que investigaba los gastos desmesurados de la exalcaldesa en viajes, comidas o regalos. Incluso superó los flecos del caso Gürtel cuando se supo que también recibió lujosos regalos.

Sin embargo ahora, el juez que instruye el penúltimo caso de corrupción del PP en la comunidad, cree que existen indicios suficientes de participación de la propia Barberá en la comisión de un delito de blanqueo de capitales. Pero ella, a pesar del poder y del peso que ostentaba, dice que no se enteró de nada. Bueno, ni ella ni nadie en el partido, porque el propio Mariano llegó a afirmar que no había tomado medidas porque no sabía nada de lo que pasaba allí: ”Yo no he tomado medidas porque no teníamos ni idea de lo que estaba pasando allí, oímos alguna cosa pero hasta que no nos enteramos no hicimos nada” – dijo, en otra de sus talentosas frases que quedarán para la historia.

Pero ahora que la justicia la acecha, Rita Barberá tiene un as en la manga. Es aforada, por lo que el instructor deberá considerar si es oportuno elevar al Tribunal Supremo una exposición razonada de los motivos por los que se le investiga. Y como todo parece indicar que se producirá esa petición, la baronesa ha aceptado declarar de forma voluntaria, aunque solo para disimular. Porque ella confía en que su aforamiento la proteja y en caso de ser juzgada lo hará un juez nombrado mayoritariamente por su propio partido.

A nadie se le puede condenar sin pruebas, pero todos sabemos que esta señora tiene una gran responsabilidad en todo lo que está saliendo a la luz en Valencia. Al menos políticamente tiene una responsabilidad máxima, porque parece que el PP se ha apropiado de dinero público y ha cobrado comisiones a cambio de favores en la comunidad valenciana a manos llenas con esta señora en la primera línea de juego.


Para Rita ha comenzado su semana de pasión personal, y si tuviera un mínimo de dignidad y respeto por quienes le han votado durante tantos años dimitiría y se pondría al servicio de la justicia ordinaria para ser juzgada. Pero no lo hará, porque tiene el mal del político malo; que le puede la chulería y la prepotencia. No sabemos si es culpable de haber cometido algún delito. No sabemos si estaba al tanto de los tejemanejes de sus compañeros de partido. Ni siquiera sabemos si recibió alguna compensación a cambio de favores políticos. En todo caso, lo sospechamos, y tenemos motivos de sobra para ello. Señora Barberá, póngase la mantilla de Semana Santa, y dimita en un acto de generosidad a los que le pagan.

Publicado en PontevedraViva.com el día 25 de Marzo de 2016


Nuestra Señora del Perpetuo Aforamiento en el momento más emotivo de que un ciego le cantó una saeta




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