Pontevedra, 10 Marzo de 2016
Que Podemos ha entrado en la vida política
española con fuerza, alcanzando resultados electorales a todas luces
extraordinarios no es ninguna novedad. Merecen el reconocimiento de todos por
haber encontrado un hueco por el que colarse, aunque debido en buena parte, a
la mala gestión de populares y
socialistas. Han sabido pescar en los caladeros de una izquierda
desencantada y aburrida por los casos de corrupción, la falta de proyecto y de
liderazgo.
Pero una cosa es tener representación
parlamentaria en Europa y en España, y otra cosa muy distinta es gobernar. Tendrán
que hacerlo en coalición con otros o lo van a tener muy difícil. La poca flexibilidad
demostrada a la hora de negociar, la prepotencia del que se cree en posesión de
la verdad absoluta y el sectarismo al
excluir por ideología, les ha puesto en evidencia y les va a pasar factura.
Olvidan
los señores de Podemos que sus votantes son los de la izquierda, que
a diferencia de los de derechas, suelen ser muy críticos con sus
representantes, castigando aquellas actitudes que no les gustan, ya sea por
acción o por inacción.
Seguramente
el PP volverá a ganar las próximas elecciones a las que estos señores de
Podemos nos han abocado. Y lo harán por la fidelidad de sus votantes, que
no tendrán en cuenta que se les haya limitado algunos derechos y empobrecido
sus bolsillos. Aunque gobiernen para los ricos, los “pobres” de la derecha
seguirán acarreando su voto a las urnas como dóciles corderillos.
En Podemos suena mejor la música que la letra.
Aunque tienen propuestas interesantes, la forma de exponerlas, la prepotencia con la que tratan a los que no
piensan igual, y sobre todo, algunas compañías de las que les va a resultar
muy difícil distanciarse, hacen que su recorrido político dependa de otros.
Su programa electoral contiene muchas medidas que
de llevarse a la práctica, afectarían enormemente a la vida de los españoles.
Temas como la participación ciudadana en las decisiones gubernamentales. Pretenden
una especie de Gobierno-Asamblea; el derecho a decidir de las comunidades
autónomas y el reconocimiento del derecho
a la autodeterminación de los distintos pueblos de Europa.
Un tema muy recurrente es el de la vivienda, donde
muchos votantes descontentos y aburridos por los abusos que los bancos ejercen
sobre ellos han depositado su confianza del lado de la formación morada. ¿Pero
puede realmente Podemos cumplir lo que promete? Su intención va mucho más allá,
y proponen la expropiación de aquellas viviendas vacías que llevan más de un
año paradas. ¿Saben realmente a quienes puede afectar una medida de este tipo? ¿Cuántos españoles de clase media tienen
una segunda vivienda vacía que podría ser objeto de esa expropiación?
Otras medidas polémicas serían la privatización
de sectores estratégicos como la energía, la alimentación, el transporte, la
sanidad, el farmacéutico y el educativo. Por no hablar del tema del terrorismo que para ellos parece ser una
forma de “libertad de expresión” y por eso proponen el fin de las políticas
antiterroristas porque vulneran la libertad de expresión de los ciudadanos.
Recordemos que recientemente el propio Pablo Iglesias se refirió a Otegui como
un preso político.
Por tanto, Podemos puede conseguir muchos votos,
pero la cuestión es si podrá gobernar. Con este tipo de políticas, tendrá que
buscar una mayoría absoluta para poder ponerlas en práctica. Por la poca cintura política que han demostrado en
el intento de investidura de Pedro Sánchez, no parece que los acuerdos
puedan llegar con facilidad. Sin duda, los ciudadanos les castigarán en las
próximas elecciones. ¿Saben por qué? Porque una gran mayoría de sus votantes
son socialistas desencantados que volverán a casa este verano.
Publicado en PontevedraViva.com el día 11 de Marzo de 2016
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