András, 22 agosto de 2023
El gesto que hizo
Rubiales en el palco tocándose los testículos para celebrar la victoria de la
selección española de fútbol es totalmente inaceptable, impropio del máximo
responsable del fútbol español, masculino y femenino. En realidad, se trata de
un gesto incalificable y vergonzoso.
Hemos visto, con gran tristeza, como besaba a una jugadora sin que ella hubiera dado ni su consentimiento ni que hubiera mostrado interés alguno en hacerlo. Además, posteriormente, supimos que ella no quería pero que se vio sorprendida por la actitud del presidente de la federación.
Cierto es que Rubiales ha pedido disculpas, pero diciendo que era un malentendido y que, poco menos, había que disculparse con él por los ataques que estaba recibiendo por su desgraciada actitud. La actitud de Rubiales, además de aprovecharse de si situación de privilegio, rezuma un machismo asqueroso.
Este gesto, sumado a los otros del palco, muestran un machismo estructural absolutamente deleznable y denunciable en el fútbol español y que hace que, en estos momentos, seamos una vergüenza a nivel internacional.
Así como nuestras jugadoras nos han llevado a lo más alto en la competición deportiva, y son el orgullo de este país, los dirigentes, como casi siempre, se están permitiendo el lujo de robarles el protagonismo por sus conductas machistas. Sinceramente, no merecen estar en el cargo ni un minuto más. ¿Quién puede explicar qué significa ese tocamiento en un palco en pleno siglo XXI?
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