viernes, 17 de septiembre de 2021

El obispo se ha enamorado, ¿y qué?

 András, 17 Septiembre de 2021

Xavier Novell i Gomà, un obispo con título de exorcista que había hecho del extremismo su premisa, se ha enamorado, ¿y qué?. Hasta aquí nada raro, al menos a los ojos de la mayoría de los mortales. Se enamora, renuncia al obispado, deja los hábitos y punto. Bendito él, que ha logrado cambiar el amor espiritual por el carnal, y ya sabemos de los enormes placeres que eso conlleva.


El problema no es el enamoramiento, sino su pasado, sus ideas y la organización a la que pertenece, que a pesar de tratar de sacarse el muerto de encima diciendo que la vida personal del obispo es cosa suya, dicen que rezarán por él porque le consideran una víctima de algún tipo de posesión demoníaca, y le sugieren que se someta a un exorcismo. Por cierto, los mismos que el enamorado solía practicar en sus tiempos de ministro de la Iglesia. 


Todos sabemos de la doble moral de esta organización en numerosos asuntos, pero quizás, en esta ocasión, lo que más les ha molestado no es perder a uno de los suyos, sino la forma. Ver cómo uno más de sus fieles se pasa al lado oscuro y se tira en brazos de una mujer, a la que siguen considerando una especie de demonio que provoca que los hombres caigan en horribles tentaciones, es el mayor disgusto que se podían llevar. Y para mayor escarnio, una mujer que se dedica a la escritura de novelas satánicas y eróticas. ¿Cabe mayor perversión?.


De primeras, al leer la noticia, uno no deja de sorprenderse, y los chistes surgen con cierta facilidad. Sin embargo, el asombro llega cuando vemos que los argumentos serios que da la gente de la Iglesia Católica son más cómicos y surrealistas que los propios chistes. Sin ánimo de ofender a nadie, sus explicaciones me parecen igual de estrambóticas que las que puedan defender los talibanes en Afganistan, salvando las distancias, por supuesto.


Esta historia, sería una historia más, un clásico de nuestro país donde hemos visto cientos de casos de curas reconvertidos que llenaban los pueblos de "sobrinos". Sin embargo, trasciende porque estamos hablando de una persona que tiene un alto cargo en una institución, la cual se permite todavía sentar cátedra sobre cómo nos tenemos que comportar el resto de la sociedad, incluso los que no son creyentes.


Que cada uno materialice como pueda, o le dejen, sus impulsos sexuales es precisamente lo que defiende la mayoría de la gente en este país. Lástima que la Iglesia Católica en el siglo XXI, no opine lo mismo. Al menos de puertas para fuera.


Publicado en PontevedraViva.com el día 17 de Septiembre de 2021



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