Pontevedra, 31 Marzo de 2017
El PSOE se enfrenta a su futuro y lo primero que tiene que hacer es elegir un líder. A las primarias comparecen tres candidatos y dos modelos diferentes, Pedro Sánchez y Susana Díaz, porque Pachi López es un candidato de paja cuya única misión es restar apoyos a Pedro Sánchez.
Que Pedro Sánchez lo tiene más complicado que Susana Díaz
es evidente. Ella representa el ordeno y
mando; y él, a pesar de no ser nuevo en estos envites, supone la disidencia
y el enfrentamiento al aparato, y esto se paga.
El obvio que Susana es la candidata del aparato, y Pedro
el de los militantes. Ella se presenta porque sabe que va a ganar pero a pesar
del desbroce que le está haciendo la gestora, no lo va a tener fácil porque los militantes podrían rebelarse contra la
dictadura del propio partido que trata de imponer un candidato.
A Pedro Sánchez se le acusa de haber obtenido los peores
resultados del PSOE sin tener en cuenta la división de la izquierda y la
irrupción de Podemos. Nadie habla de que en Andalucía, con la lideresa al
frente, en las últimas elecciones el PSOE fue superado en votos por el PP.
Además, de no ser por la irresponsabilidad de Pablo Iglesias, Pedro Sánchez debería ser hoy el presiente
del gobierno.
El caso es que el aparato
del PSOE está como loco porque Susana se haga con el poder del partido, y hará
lo que sea para conseguirlo, sin importarle los votantes y mucho menos los
militantes. Su deseo sería nombrarla a dedo, pero están presos de las
primarias. Lo que importa es que el partido lo dirija una persona afín a los viejos barones que siguen mandando a pesar
de estar ya obsoletos.
La lamentable actuación de la gestora con el ínclito Fernández a la cabeza el pasado sábado es para que los
socialistas de bien (que los hay) no vuelvan a votar al PSOE. Hicieron campaña
a favor de Susana y despreciaron a Pedro, y no contentos con ello, acudieron a
la presentación de la candidatura de la andaluza dejando claro de qué lado están
y tratando de influir en los militantes, cuando se les supone neutrales en todo
el proceso 8otra cosa es el voto personal de cada uno de ellos).
Allí estaban con todos los
supuestos “líderes” del partido. Rubalcaba, Felipe González y Zapatero entre
otros. ¿Pero realmente creen que los votantes tienen a estos señores como un
modelo a seguir? ¿Son realmente ejemplos de algo a estas alturas? Susana Díaz es un bluff rodeada de viejas
glorias en sus horas bajas que solo le servirán para justificar la derrota,
porque podrá responsabilizarlos y tendrá razón, la culpa es de quienes la han
puesto ahí haciéndole creer que es más de lo que es.
Los apoyos de Díaz pueden
ser el mejor argumento para Sánchez, porque representan el pasado y todo aquello que los votantes socialistas no
quieren ya para su partido. Si los avales de Susana son estos y la
militancia socialista es valiente y demuestra madurez, la elección del próximo
secretario general debería estar clara. Pedro Sánchez es su hombre.
Publicado en PontevedraViva.com el día 31 de Marzo de 2017
Publicado en PontevedraViva.com el día 31 de Marzo de 2017
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