sábado, 27 de septiembre de 2025

Violencia política

András, 27 septiembre de 2025


Dice Feijóo que impedir la celebración de un evento deportivo es violencia política. Cómo siempre, y aunque ya nos tiene acostumbrados a todo tipo de estupideces, se vuelve a equivocar, aunque ya no representa una sorpresa. La verdad es que no deja de causar cierto sonrojo que el líder de la oposición sea tan torpe. Dice muy poco de quienes le votan. 


Hacer un llamamiento pacífico a boicotear una prueba deportiva en la que compite un equipo financiado por el estado de Israel no es violencia política. Es humanidad, es ponerse del lado de los miles de palestinos que están siendo masacrados, es anteponer un problema humanitario a un evento festivo.


Pedir a la sociedad que se levante contra una injusticia de tal calibre no es violencia política, sobre todo, cuando la propia federación internacional que se encarga de la gestión del evento, ni siquiera ha sido capaz de adoptar una postura clara de condena ante tal barbarie.


Ponerse del lado de los débiles en una situación como esta no es violencia política señor Feijóo, es responsabilidad, es pronunciarse a favor del ser humano, es señalar a quienes se toman la justicia por su mano, y es la única postura que cualquier ser humano debería de adoptar ante semejante crimen.


Pero si el señor Feijóo quiere hablar de violencia política, lo tiene muy fácil, no tiene más que mirar hacia su propio partido, incluso hacia sí mismo. Porque violencia política es llamar pirómana a la directora de emergencias, violencia política es decir que hay que cavar una fosa para el gobierno legítimo, violencia política es llamar hijo de puta al presidente del gobierno, violencia política es mentir con el único interés de generar confusión y violencia física. ¿Seguimos, señor Feijóo?, porque la lista de violencia política que emana de su partido es interminable.


Afortunadamente, en España hay una mayoría social que es solidaria y sensible a la barbarie de Gaza. Una mayoría social que se levanta contra las injusticias y que antepone los problemas de verdad a un evento deportivo. Una mayoría social que se siente orgullosa de que el presidente de su país sea claro y le llame a las cosas por su nombre, que condene un genocidio y que anime a la gente a manifestarse en su contra. Una mayoría social que no se ve representada por la violencia política que representa el señor Feijóo y su partido.


Publicado en PontevedraViva.com el día 27 de septiembre de 2025


viernes, 19 de septiembre de 2025

Machistas y resentidos

 András, 19 septiembre de 2025

Vox ha convertido el Congreso en un espacio cutre para hacer gala de una de sus mejores armas, el negacionismo. Allí organizó las primeras jornadas machistas para discutir sobre la residualidad del machismo en España, y pasó por el escenario lo más variopinto de los cerebros sin acabar de hacer.


Ellos a lo suyo, a fantasear sobre ideología de género y las denuncias falsas, que son la prueba de que su política no es más que un panfleto basura basado en titulares falsos y el desprecio por la verdad.


Insisten en minimizar el problema aludiendo a las denuncias falsas, a pesar de que los datos oficiales dicen que son prácticamente inexistentes, a razón de dos por casi doscientos mil casos, es decir, menos que el margen de error de cualquier estadística. Pero cuando la mentira es la base de su negocio, y el odio su combustible, no pueden permitir que la realidad les estropee su mejor arma, porque si no la propagan no son nada.


Lo verdaderamente insultante es que esta charlotada se haya celebrado en el Parlamento, que se supone que es el oráculo de la palabra, por cierto, con permiso del PSOE y del PP. Una institución que debería ser garante de derechos se ha convertido en el escenario para un show de propaganda machista al servicio de la ultraderecha. ¿Qué clase de democracia permite que se insulte a las víctimas desde su propia casa?


En realidad Vox no defiende a nadie, solo fabrica víctimas ficticias para ocultar a las reales, a las mujeres maltratadas y asesinadas que a ellos tanto le incomodan. Es la estrategia clásica de la ultraderecha, negar lo evidente y culpar al débil, porque enfrentarse cara a cara con los verdaderos problemas les queda grande.


Vox no es más que un club de resentidos machistas que añoran tiempos pasados y que utilizan las instituciones como plató para intoxicar, por eso, cada minuto que se les concede de espacio institucional, la política se degrada y la sociedad retrocede. Con lo que ha costado lograr los derechos que tenemos, y lo fácil que puede resultar perderlos.


Publicado en PontevedraViva.com el día 19 de septiembre de 2025


domingo, 14 de septiembre de 2025

Autogol por la escuadra

András, 14 septiembre de 2025


Feijóo dejó plantado al Rey para acudir a un acto de partido y ser sometido a uno de los mayores ridículos de su historia. Mientras ocupaba una silla en la primera fila, Ayuso dijo que "estar tanto con los narcos, quieras o no, siempre deja a uno un poco trastocado". Posiblemente lo que pretendía era atacar al presidente del gobierno, pero la frase rebotó como un boomerang y le dio a Feijóo de lleno en la cara, que tragó saliva sin saber dónde meterse.


¿Cómo se puede hablar de narcos justo delante de un líder que tiene una foto de amistad con Marcial Dorado? El silencio incómodo de Feijóo fue tan elocuente como la propia frase, y la escena muestra lo grotesco de la política del PP.


La derecha intenta acusar al adversario de los mismo que arrastra en su propio historial, pero la hemeroteca es tozuda y siempre vuelve para dejar al desnudo sus propias vergüenzas. 


El paseo de Feijóo en yate con un narco en los años 90 es algo que siempre le acompañará, sobre todo, porque no ha sabido dar carpetazo a la polémica, con explicaciones poco claras que todavía dan más credibilidad a la relación que mantenía con Dorado.


Lo de Ayuso no fue un ataque a Sánchez, sino un autogol involuntario al PP, amplificado en redes y medios de comunicación como la pólvora. La cuestión de fondo no es solo la torpeza retórica, sino la vanalización del narcotráfico en el discurso político de la derecha, mientras Galicia y Andalucía siguen siendo corredores del hachís y la cocaína en Europa. La misma vanalización que hacen con el terrorismo o con las fosas para enterrar al gobierno.


La pregunta es, ¿quiso atacar Ayuso a Sánchez o a Feijóo sacando ese tema tan controvertido para él?

viernes, 12 de septiembre de 2025

El subconsciente de Tellado

András, 12 septiembre de 2025


"Podemos empezar a cavar la fosa de este gobierno que nunca debió haber existido". No se trata de una frase pronunciada por un miembro del gobierno ilegítimo formado en el bando sublevado durante la guerra civil, sino de un extracto del discurso del secretario general del PP, Miguel Tellado, colocado a dedo por su mentor, Alberto Núñez Feijóo. Dos auténticos incendiarios políticos, para vergüenza de los gallegos.


Referirse a cavar fosas no es retórica, es una apelación a la confrontación. Es, claramente, un insulto a los miles de españoles cuyos familiares yacen en una fosa común y una apelación encubierta a la violencia. En España, la memoria de miles de asesinados en fosas comunes no es un juego, es dolor real, y este tipo de afirmaciones, no son metáforas neutras, resuenan como amenazas y con autoritarismo, y son una afrenta directa a la democracia.


La democracia no se construye con odio, sino con respeto, y las afirmaciones de Tellado no representan una oposición seria, sino violencia política disfrazada. La política no va de cavar fosas, sino de tender puentes, la política no va de confrontación, sino de argumentar; y cuando un partido empieza a usar metáforas como cavar fosas, tomar el poder, o derrocar gobiernos legítimos, lo que hace en realidad es normalizar un lenguaje totalmente golpista. 


En el PP han pasado del debate político democrático a generar tensión en la sociedad para desgastar al gobierno. Con bulos, mentiras, discursos engañosos y la normalización del lenguaje guerracivilista pretenden lograr lo que las mayorías parlamentarias no le otorgan. 


Por eso utilizan símbolos y expresiones que desempolvan los fantasmas de la guerra civil, porque, en el fondo, ellos fueron los vencedores y así se sienten todavía. A Tellado le traiciona el subconsciente, el mismo que le dicta que, si pudiera, volvería a enterrar en fosas a los que no piensan como el. 


La derecha busca provocar, dividir a la sociedad y, el peligro, cuando se normaliza hablar de fosas para enterrar a un gobierno legítimo, es que se pone la semilla de la violencia para blanquearla y justificarla. No es retórica vacía, no son metáforas ingeniosas, es un llamamiento indirecto a que alguien ejecute esa violencia, algo que la historia de España ya nos enseñó como puede acabar.


Publicado en PontevedraViva.com el día 12 de Septiembre de 2025



viernes, 5 de septiembre de 2025

Expertos en inutilidad

András, 05 septiembre de 2025

En el manual de catástrofes del PP hay tres elementos clave que resumen todo lo que saben hacer. 

Uno, acudir al lugar de los hechos con el chaleco amarillo. Se trata de una acción muy valorada por sus votantes, que lo anteponen, incluso, a una subida del salario mínimo.


Dos, culpar a la siguiente administración para desviar la atención. Esto les funciona bien, aunque solo lo utilizan cuando se trata de una administración gestionada por otro partido. Sus votantes son muy propensos a tragarse este tipo de bulos. Probablemente, si tuviesen otro tipo de formación y se preocupase más por la información, el tiro les saldría por la culata. Pero es lo que hay, cada uno tiene el público que tiene.


Tres, convocar una reunión urgente del gobierno de turno para aprobar ayudas para los damnificados. Esta es, sin duda, su medida estrella, la que mejor les funciona, y es entendible, porque cuando no hay víctimas mortales, el dinero suele ser una buena cura para todo. Que de lo prometido, todo de quede en nada, o que se llegue a cobrar, ya no es su problema. Habrá pasado tiempo y el foco estará centrado en otra cosa.


Más allá del tono jocoso que, por desgracia, tiene grandes dosis de realidad, lo que nunca hacen es asumir cualquier tipo de responsabilidad. Parece como que la cosa no va con ellos, que todo se debe a factores externos o que, de repente, el mundo se ha puesto en su contra.


Con esos tres elementos, que inculcan a fuego a cada uno de sus dirigentes desde que entran en la secta, suelen salir bien parados a ojos de sus votantes, que no valoran la planificación, el reparto de responsabilidades institucionales y, mucho menos, la verdad objetiva.


¿Es posible que ningún votante de derechas sea capaz de pensar un poco para analizar los hechos, ver las consecuencias, interpretar las respuestas de sus dirigentes, conocer qué responsabilidad tiene cada uno en el tema, y sacar una conclusión mínimamente objetiva?  


Si yo votase a la derecha, espero que la naturaleza me recoja antes de cometer semejante barbarie, lo primero que pensaría es que soy tan responsable como ellos, al menos por la parte que me toca por la responsabilidad que tiene votar a unos o a otros.


También pensaría que, en mi humilde opinión, igual lo conveniente, en tales situaciones, sería plantear un consejo de gobierno autonómico para analizar que falló en la prevención y preparar un nuevo plan antes de que llegue el próximo verano. Pero yo no pertenezco a ese grupo de gente ilustrada, para los que pensar se ha convertido en un acto de nefastas consecuencias para la salud.


Publicado en PontevedraViva.com el día 05 de septiembre de 2025