viernes, 14 de febrero de 2025

El imperio contraataca

 András, 14 febrero de 2025

Llamar a las locuras sentido común, es la forma que tienen los neoliberales para normalizar sus aberraciones. Recordemos la coletilla que emplean constantemente en el PP, aquello de "la gente normal", dando a entender que los que no piensan como ellos no lo son.


Pues bien, el modelo de Trump, quizás el más perturbado de todos los similares en el mundo, consiste en lo mismo. Se fundamenta en normalizar lo que no son más que autenticas que ponen en jaque la civilización moderna, enfrentándola contra sí misma.


Trump no deja de ser un tirano, un multimillonario que juega con la sociedad y con el mundo como si fuera su cortijo. El problema surge cuando el poder de ese tirano emana directamente del pueblo, no en vano, ha sido la propia sociedad americana la que le ha otorgado el poder a un sátrapa para que desmantele la democracia desde el propio centro de control. 


El objetivo de Trump es muy claro, consiste en desmantelar lo que fue el mundo occidental tras la Segunda Guerra Mundial. Pretende recobrar un imperio en su acepción más literal, dónde los más poderosos aplasten a los que no lo son, empezando por la propia sociedad norteamericana. 


Un país no se puede dirigir con una visión exclusivamente empresarial, y mucho menos extenderlo a las relaciones internacionales. Su pretensión es dominar el mundo desde el despacho oval, fomentando el odio e incentivando las desigualdades. Y los que no estén de acuerdo, pasan al lado oscuro. 


Sus amigos son todos multimillonarios y dirigentes que bordean la legalidad para imponerse. Para Trump Gaza no es más que un solar que hay que vaciar de palestinos para convertirla en un resort de vacaciones para gente rica.


Estamos pues en tiempos complicados, donde Estados Unidos avanza hacia una democracia "light", de esas que solo lo son en apariencia, pero donde las decisiones poco a poco dejan de ser consensuadas para pasar al ordeno y mando. El problema, en este caso, no es solo de los propios estadounidenses, sino el efecto que pueda tener en otros países por la influencia que ejercen sobre el resto del mundo.


En definitiva, se atisba un cambio de época en lo que a las democracias se refiere, al menos tal como las conocemos hoy en día. Los golpes de estado ya no se hacen con pistolas, ni siquiera retirándole a la sociedad el derecho al voto, sino desde dentro, destruyendo las instituciones y vaciándolas de contenido.


Publicado en PontevedraViva.com el día 14 de Febrero de 2025


No hay comentarios:

Publicar un comentario