viernes, 14 de junio de 2024

El virus del odio al adversario

András, 14 junio de 2024


La política española nunca ha estado tan revuelta como ahora, y de los casos de corrupción con los que se solían atizar, hemos pasado a una situación verdaderamente insoportable.


Cuando la política consistía en defender unos ideales con la palabra, tratando de convencer al adversario o, cuando menos, derrotarlo argumentando ideas, la acción política tenía sentido. Ahora, es todo lo contrario, la política se ha convertido en una profesión para gente sin escrúpulos que defiende una postura no por convicción, sino para ir en contra del otro. Ya no se tratan los problemas de nación, sino los de los partidos.


Lo extraordinario se ha convertido en ordinario, lo inusual en usual, y lo que antes era excepcional, ahora es el día a día. La política convive en un ambiente de amarillismo y cotilleo insoportable, alcanzando cotas que nunca se habían siquiera imaginado. Partidos políticos y medios de comunicación afines mantienen un negocio basado en despellejarse mutuamente para vender a la chusma los despojos.


Uno amenaza con llamar a una comisión al novio del otro, el otro a su esposa, el de más allá amaga con denunciar a un cuñado de un diputado que una vez participó en una barbacoa, al parecer, pagada con los presupuestos generales del estado. ¡Qué asco produce todo esto! 


¿Qué ha pasado con el paro? ¿Qué ha sido de la sanidad, de la educación o de la inflación? ¿Quién aporta alguna solución a todo eso? ¿Quién se preocupa para que todos los ayuntamientos cuenten con un Plan General de Ordenación Urbana para que la economía tenga una base sólida de la que partir? Nadie. A fin de cuentas, ¿le importa eso a la gente? En general, no. 


Primero, porque la mayoría no saben ni de qué se le está hablando y, en segundo lugar, porque a los políticos esos asuntos no les interesan. No dan votos. Lo que da votos es la bronca, los bulos, las mentiras, los cotilleos, sean o no verdad. Han inoculado a la gente el virus del odio al adversario y de eso viven.


De seguir por este camino, la situación podría llevar a la sociedad española a una desafección de la política de peligrosas consecuencias. Hacer de la política un tabloide sensacionalista, donde todo es falseo barato, corruptelas entre ellos y dejando de lado los problemas reales de los ciudadanos, solo puede tener una oscura consecuencia, la resurrección del fascismo. 


Publicado en PontevedraViva.com el día 14 de junio de 2024


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