András, 28 junio de 2024
Hoy se celebra el día del Orgullo, y en Madrid se espera una fiesta por todo lo alto. Una fiesta que, sobre todo, es reivindicativa de derechos. Porque, en esencia, de eso va lo del Orgullo, de derechos, de proteger derechos y de demandar más derechos.
Va de luchar contra las agresiones y la intolerancia de las personas homófobas, y para eso se celebra una fiesta, aunque ese no es el verdadero fin, sino que se trata únicamente de una forma divertida de reivindicación.
Sin embargo, para el gobierno municipal de la capital, parece que el día del Orgullo se reduce a tacones y condones, que es como lo ha querido ridiculizar a través de un cartel insultante. No es fácil de entender porqué han eliminado los símbolos que son propios de una celebración y que han convertido a Madrid en la capital mundial del Orgullo y de los derechos LGTBI.
Madrid es una capital absolutamente cosmopolita, diversa y tolerante que, sin embargo, por algún motivo inexplicable, cada cuatro años les da por votar a la derecha para que les represente en las instituciones, y después pasan estas cosas.
La derecha española no es tolerante, no está de acuerdo con la igualdad de sexos, no reconoce el matrimonio homosexual, en definitiva, son de derechas, y todo esto de los derechos LGTBI les parece una cosa que va en contra de sus principios y, sobre todo, de los que emanan de su principal fuente ideológica, la de la Santa Iglesia Católica y Apostólica.
Por eso hacen estas cosas, porque se ven atrapados entre los cambios que la propia sociedad demanda y lo rancio de los cerebros mas arcaicos de sus votantes. Es difícil estar a favor y a la vez contentar a los ultra cristianos que conviven en su organización. Por eso, publican un cartel plagado de estereotipos rancios ya superados por todos.
El Orgullo es un acto político que, todavía en pleno siglo XXI, tiene que seguir reivindicando derechos que ya deberían estar superados, en una España que es un país tolerante y abierto, a pesar de la derecha que tenemos. Por desgracia, sigue habiendo estereotipos clichés y prejuicios difíciles de superar, y todos esos patrones mentales, son los que ha incluido el gobierno municipal en el cartel del Orgullo.
Un cartel para un colectivo, que no es aceptado por el propio colectivo, no puede ser un buen cartel. Cualquier alumno de la ESO hubiera hecho uno mejor y, sobre todo, más representativo para el colectivo LGTBI y para todos.
Publicado en PontevedraViva.com el día 28 de junio de 2024