András, 30 Julio de 2021
Las criticas del PP a la presencia de Pedro Sánchez hace unas semanas en Cataluña evidencian uno de los grandes problemas que tenemos. Más bien los dos problemas que tenemos; el propio de Cataluña, por el importante desapego de una parte de la población con el resto del Estado. Y el de la derecha española que, a pesar de tener vocación de gobierno, actúa más como un enemigo de la nación que como un servidor de la España que tanto dicen defender.
La irrupción de Vox ha sido una mala noticia para España, y también para la derecha moderada. Porque ha hecho que se radicalice. El hecho de tener que estar todo el tiempo tratando de ver quién es más de derechas no es bueno. Sobre todo porque compiten por ver quién es más radical.
La presencia del Jefe del Ejecutivo en Cataluña no es más que un gesto de normalidad, que debe simbolizar la presencia del Estado en aquella región. Que el presidente vaya a un acto en el que habla de una España diversa, una España unida, una España dentro de la ley, de la Constitución, es lo normal. Y la oposición, si fuera leal y decente, apoyaría ese tipo de acciones sin ningún tipo de fisuras. Y lo mismo deberían hacer si gobernasen. Todo lo demás es dar aire a las reivindicaciones secesionistas.
El problema es que no ocurre así, más bien al contrario. Se dedican a incendiar y a azuzar todo lo que tocan. Cuando se pasan semana tras semana diciendo que España se rompe, que llega el Apocalipsis porque los indultos son el inicio del fin del país, si finalmente eso que pregonan no sucede, quedan en ridículo.
Por fortuna, España es mucho más fuerte que todo eso, con unos pilares y unas fortalezas perfectamente capaces de resistir los envites de los independentistas, y también de la derecha.
Cómo será la derecha en este país, que por primera vez en la historia, los sindicatos han salido en defensa del presidente de la patronal. Lo que no consiga Casado...
Publicado en PontevedraViva.com el día 30 de Julio de 2021
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