András, 06 junio de 2025
A Feijóo ya no le quedan más líneas rojas que cruzar. El moderado que acabó convirtiéndose en un arrogante frustrado que engola la voz cuando habla en castellano para hacerse el interesante, se ha pasado de la raya.
La penúltima pasada de frenada es la convocatoria de la manifestación de este fin de semana en Madrid bajo el lema "mafia o democracia". Sí, aunque parezca difícil de creer, el jefe del partido más corrupto de la democracia ha convocado una manifestación en contra de la corrupción.
En el hipotético caso de que, haciendo un ejercicio de buenísimo infinito, pudiésemos llegar a pensar que sus motivaciones son el hartazgo por los centenares de corruptos que campan a sus anchas en el partido, hubieran decidido dar un paso adelante para reconocer sus errores, nos estaríamos equivocando.
Porque no se trata de una manifestación en contra de la corrupción, sino de un ataque frontal al sistema democrático. Acusar al gobierno, legítimo, de actuar como una organización mafiosa no es libertad de expresión, es deslegitimación institucional, es sembrar odio, es fomentar el enfrentamiento y es preparar el terreno para justificar cualquier cosa.
Cuando se considera al adversario como una organización mafiosa y no un rival político, ¿qué límites quedan? Pero no nos confundamos, el lema elegido no es un desliz, ni siquiera una frase hecha para generar un eslogan de fácil consumo. Se trata de una estrategia.
Feijóo, que no suma dónde hay que sumar para formar una mayoría que le otorgue la presidencia del gobierno, se agarra a la opción de incendiar las calles para no ser devorado por los suyos. Por eso pide al independentismo catalán el apoyo para derrocar al gobierno.
Si, si, los mismos que hasta hace cuatro días eran separatistas, terroristas y que querían romper España, ahora parece ser que ya no son peligrosos. Pero vamos a ver, Alberto, para que me quede claro, por si por el efecto de un golpe de calor traicionero se me pasara por la cabeza la remota idea de votarte algún día, ¿los de Junts valen o no valen para apoyar los gobiernos de España? ¿O solo son terroristas cuando apoyan al PSOE?
En fin, Feijóo no deja de ser un muñeco en manos del ala dura de Génova, de los franquistas que todavía campan a sus anchas en el partido que fundó un ministro de Franco, por eso lanza una consigna que divide a los españoles: o estás con ellos, o eres parte de la mafia.
Se ha plegado a la clásica forma de actuar de la derecha, siempre sectaria y separando entre buenos y malos; entre la gente normal de toda la vida, que se confiesa y comulga para lograr la absolución de sus delitos, que ellos llaman pecados; y los rojos peligrosos, que apoyan a las minorías, suben el salario mínimo a los trabajadores y son feministas.
No olvidemos que sus raíces son franquistas y que votaron en contra de la Constitución. Su modelo no es la democracia, es el poder al precio que sea.
Publicado en PontevedraViva.com el día 06 de junio de 2025
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