martes, 17 de diciembre de 2024

¡Pobre acomplejado!

András, 17 diciembre de 2024


El fin de semana del Congreso del PSOE, a Feijoo le organizaron un acto de partido con sus alcaldes que, aunque pudiera parecer que se trataba de una estrategia para contrarrestar los minutos que el PSOE iba a acaparar en los medios, en realidad, era una función para que Feijoo se sintiese importante. 


Está tan acomplejado y traumatizado por no ser presidente del gobierno que, aunque haya sido por decisión propia, necesita sentirse el centro de atención de vez en cuando. Lo mejor hubiese sido que lo invitaran al Congreso socialista para hacer uno de sus monólogos cómico-festivos, pero ya no había plazas. 


El caso es que Feijoo les dio la chapa a sus colegas de partido haciendo lo que mejor sabe hacer: el ridículo, y se volvió a lucir con expresiones maleducadas, barriobajeras y de macarra para mostrar su debilidad y perdonar la vida a Pedro Sánchez.


"No quiero un partido de culto al líder", o "no estoy aquí para que se aplaudan mentiras", son algunas de las bobadas que le escribieron en un papel y que, en sí mismas, ambas afirmaciones llevan implícita la mejor característica de Feijoo, la mentira. 


Sí, créanselo, esto lo ha dicho el pseudo líder del partido con la militancia más dócil de España, el mismo que afirmó que solo se presentaría a la presidencia del partido si era la única opción. 


Dijo también, que a Pedro Sánchez lo va a echar "libre y democráticamente" y eso, pareciendo una tontería, no lo es tanto, porque con las compañías con las que anda, poniendo militares en puestos de enorme responsabilidad y con la necesidad que tiene de hacer que hace algo para que no lo corran del puesto, nos podemos esperar cualquier cosa.


Lo de Feijoo no puede ser más desolador y ha perdido la poca decencia que tenía, si es que alguna vez la tuvo. Ya no se molesta en desmentir las falacias que cada día suelta por la boca. Que los socios parlamentarios que apoyan al gobierno son cómplices, que los adversarios políticos son enemigos de la patria o que el presidente del gobierno es un ocupa, no son más que afirmaciones peligrosas de quien, lamentablemente, no da para más.


Pero el acto tenía reservado un momento culminante. Uno de esos que ya se conocen como "momento Feijoo", en los que la audiencia sube como la espuma porque se espera que supere la tontería anterior. Y lo logró, cuando dijo "yo no soy Pedro Sánchez", aunque le faltó añadir, "no soy porque no quiero". En fin, quizás en una próxima actuación...

No hay comentarios:

Publicar un comentario