Pontevedra, 18 Enero de 2019
A pesar de haber ganado las últimas elecciones en Andalucía, el PSOE será oposición en la legislatura que acaba de comenzar.Y haría bien tomándoselo en serio porque, como cada vez que ocurre una catástrofe (y esto para los socialistas lo es), debe analizarse bien las causas de lo ocurrido, tratar de reconstruir lo que se haya roto y tomar las medidas necesarias para que no vuelva a ocurrir lo mismo en el futuro. Esto es lo que tendrían que estar haciendo en el PSOE desde hoy mismo. Pero, ¿lo harán?. Por desgracia, me temo que no.
Los andaluces han votado, y con ello han provocado una nueva distribución de las fuerzas políticas en el Parlamento.De ahí sale la mayoría que elige al presidente que gobernará la Comunidad durante los próximos cuatro años. Y ese presidente, después de casi cuarenta años de poder socialista, será conservador.
Es cierto que estas cosas no ocurren de la noche a la mañana. Hace tiempo que al PSOE le vienen dando avisos los votantes, pero no aprendieron la lección y han tenido que darse de bruces con la realidad para tocar fondo. En realidad, la lección era necesaria y es lo mejor que les podía ocurrir, tanto al PSOE como a la Comunidad Autónoma. Andalucía necesitaba un cambio, algo que la haga salir del letargo en el que está, a la cola de España y de Europa en muchos indicadores.
Pero no parece que el PSOE esté dispuesto a aprender de sus errores. Es más, ni siquiera creen que su actual situación se deba a errores propios cometidos. Finalizó la legislatura cometiendo un gravísimo error y comienza la nueva cometiendo otro.
El primer error fue el de subestimar la voluntad de los andaluces porque pensaron que las elecciones estaban ganadas de antemano. Digamos que fueron de sobrados y por eso no hubo propuestas, ni ideas. Ni siquiera hubo promesas porque, simplemente, pensaron que no sería necesario. ¿Quién podía imaginar que después de tantos años y con todo el poder que da tener la Administración de tu parte, el PSOE iba a perder el poder? Pues ocurrió.
Y el segundo error lo están cometiendo apenas iniciada la nueva legislatura por no querer aceptar el nuevo rol que los votos les han otorgado en el nuevo mapa político andaluz. Están en shock todavía, pero no hemos visto hasta la fecha una sola voz que discrepe sobre las causas de lo ocurrido. Para ellos, el único motivo de esta situación ha sido la incomparecencia de los votantes de izquierdas, y creen que en la próxima convocatoria electoral todo volverá a su cauce. Pobre análisis para un partido con tradición de gobierno y que aspira a seguir haciéndolo.
Reunificarse, ejercer una oposición dura pero leal y, sobre todo, no caer en el error de ensombrecer la legitimidad del actual Gobierno, son los primeros pasos que debería dar el PSOE si realmente quiere volver a ser una alternativa de poder seria. Porque la derrota les da una gran oportunidad. Una oportunidad de demostrar que sabe gobernar pero también sabe hacer oposición precisamente, para diferenciarse de aquellos que no saben perder. Todo lo contrario, sería engañarse a ellos mismos y les relegaría al ostracismo durante mucho tiempo. Habrá que esperar para saber si el PSOE sabe aprovechar la oportunidad que le brinda la derrota.
Publicado en PontevedraViva.com el día 18 de Enero de 2019
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