Tapedello, 29 Octubre de 2017
Otra semana histórica
Llevamos varias semanas
históricas, pero esta sí que lo ha sido, y mucho, por la excepcionalidad de la
aplicación del famoso artículo 155 de la Constitución. El Senado tramitó el
martes y aprobó el viernes las medidas propuestas por el Gobierno. Paralelamente,
en Cataluña se había convocado un pleno en el Parlament para debatir la
situación que genera precisamente la aplicación del 155. Incluso Puigdemont se
había mostrado dispuesto a acudir al Senado para hacer sus alegaciones. Pero no
fue así, y lo que hizo, fue dejar en manos del Parlament la votación de la DUI.
Se juega el futuro de los catalanes y de los españoles y ni siquiera se atrevió
a hablar en el Parlament. Esto de Cataluña ya no admite más tonterías. Estamos
en manos de unos irresponsables que se han creído sus mentiras y han engañado a
los que se han dejado engañar. La solución no es fácil, y traerá mucho desorden
y, me temo, violencia.
Están ahí
La aplicación del 155 de la
Constitución, ha servido para que sepamos que están ahí. Los senadores están
ahí, en el Senado. Pensábamos que no estaban, pero están. Es más, incluso vemos
que sirven para algo, porque para llevar a cabo la aplicación del famoso 155,
todo pasa por ellos. Impresionante. Al final van a tener un papel relevante en
todo este proceso.
¡Y quiénes están!
Esa es otra. ¡Quienes están
en el Senado!. Al dirigir la vista allí, hemos podido ver cómo ilustres
profesionales de la cosa pública vegetan preñados de privilegios y buenos
salarios. Allí están Montilla, Barreiro, Óscar López, o el incombustible Javier
Arenas, al que no echan de la política ni con agua caliente.
Sin freno
A Podemos se le están yendo
las cosas de las manos. Se le está yendo la ideología por el desagüe. O puede
que no, que realmente lo que vemos es lo que son. Un partido sin más ideología
que derribar al PSOE. Cada día cambian el argumentativo y se dedican a repetir
como loros el slogan que se inventa Pablo Iglesias. Van sin freno y perderán
apoyos en las eleciones. Además su postura en el process es desleal y está
cargada de una enorme irresponsabilidad.
¿En qué quedamos?
La prueba de la locura y la
incongruencia secesionista catalana es su recurso al TC contra la aplicación
del 155. Si no reconocen la Constitución ni el TC, ¿por qué recurren a él?
¿Qué cambia?
¿Qué ocurre si se las elecciones
en Cataluña vuelve a salir una mayoría independentista? ¿Volvemos a la casilla
de salida? Arriesgan demasiado los partidos constitucionalistas abogando por
elecciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario