lunes, 14 de julio de 2025

El dream team de la moderación

 András, 14 julio de 2025

El congreso del PP no ha sido un relanzamiento, fue la despedida silenciosa de Feijóo y la confirmación de que el PP ya no disimula su viraje a la ultraderecha. Es como una vuelta a las raíces fascistas de las que su fundador salió.


Feijóo, que llegó como el moderado gallego, con un halo de buenísimo impostado e incluso presumiendo de galleguista, preside un partido que compite con Vox en inmigración, feminismo, memoria histórica... todo con un rumbo clarísimo hacia la derecha más dura. Incluso se ha permitido el lujo de despreciar la lengua en la que pedía el voto a los gallegos.


Mucha gente no se fija en las cosas que se dicen en estos congresos. Tampoco ellos están muy interesados en que se escuche, solo quieren que se oigan los eslóganes que repiten como loros sin ningún tipo de pudor y, mucho menos, credibilidad.


Algunas joyas que se dijeron en la macro fiesta de derechas del pasado fin de semana. Sobre las familias, dicen que las defienden sin dogmatismos, sin embargo, se opusieron al divorcio, al matrimonio igualitario y votaron en contra de igualar los permisos de paternidad y maternidad. Todo muy progresista como se puede ver.


Sobre cultura, su única propuesta es recalcar que la tauromaquia merece todo el respeto, una celebración cruel, antediluviana que se basa en el maltrato a los animales.  


Sobre la creatividad artística dicen que no puede estar sujeta a censura, cuando son los primeros en haber censurado obras artísticas por no corresponderse a los cánones que ellos entienden como normales o por estar protagonizadas o dirigidas por gente que no comulga con sus ruedas de molino.


Pero por si quedaban dudas sobre el rumbo marcado, Feijóo ha elegido al modernísimo Tellado como secretario general del partido, y a Esther Muñoz como portavoz en el Congreso. En fin, el dream team de la moderación.

viernes, 11 de julio de 2025

La guerra, la corrupción y el bulo

 András, 11 julio de 2025

El pasado fin de semana Feijóo juntó a Rajoy y Aznar en la sesión de baño y masaje que el partido le organizó para que le confirmasen su papado pepero. Si quería una imagen que le alejase un poco más de la Moncloa, acertó de pleno, flanqueado por los presidentes más siniestros de la historia de la democracia española.


Si lo que pretendía era mostrar unidad, el efecto ha sido totalmente el contrario, decadencia. En la foto pudimos ver tres generaciones de cinismo; el de la guerra, el de la corrupción y el del bulo. Como las tres personas de la santísima trinidad, pero en cutre.


A su derecha, Aznar, el padre del desastre, que volvió a subirse al púlpito para hablar de golfería estructural mientras sigue sin pedir perdón por meter a España en una guerra ilegal, mintiendo sobre armas de destrucción masiva y provocando más de cien mil muertos civiles. Y no solo eso, también manipuló la realidad para tratar de engañar al país tras el 11-M, intentando que se responsabilizara a ETA. Este, con pose de matón y macho clásico, con las piernas abiertas, es el que ahora se presenta como ideólogo y defensor de la verdad.


A su izquierda, M. Rajoy, el que presidía el partido condenado por corrupción cuando todavía estaba en la Moncloa. El que permitió que el PP se financiara de forma ilegal durante su mandato, el que fingía no saber nada mientras su partido trituraba pruebas y pagaba sobresueldos, el que enviaba mensajes de ánimo a quien acabó en la cárcel. Hoy se permite hablar de legalidad y de moderación, como si no hubiera presidido la mayor cloaca institucional de España. Con su pose de despiste, su legado es Gurtel, Lezo, Bárcenas, M. Rajoy...


Y en el centro, Feijóo, el eterno aspirante. El que renuncia a las oportunidades "porque quiere" y que solo se sostiene a base de bulos. Cada semana un nuevo engaño, una nueva manipulación de la realidad. Feijóo no es un líder, es un muñeco en manos del ala dura del partido, y le faltan principios y mando para imponer su propio criterio, en caso de que lo tuviera. 


En efecto, Feijóo se rodeó de dos fantasmas de la historia reciente de España, los Dimas y Gestas del siglo XXI, el de la guerra sucia y el de la corrupción. ¿De verdad alguien cree que estos tres pueden limpiar algo? Creo que mejor les iría formando un grupo para cantar en las verbenas de los pueblos. Podrían llamarse guerra, corrupción y bulo.


Publicado en PontevedraViva.com el día 11 de julio de 2025



 

viernes, 4 de julio de 2025

¿Lo es o se lo hace?

 András, 04 julio de 2025

“El incremento indiscriminado del salario mínimo sólo provoca esfuerzo salarial para las empresas, esfuerzo impositivo de los trabajadores y recaudación para el gobierno”. 


Uno trata de centrar su atención en otros temas de la actualidad, pero Feijóo se empeña, semana tras semana, en hacer el ridículo para acaparar la atención. 


El entrecomillado anterior es su penúltima joya, y la ha escupido sin inmutarse, sin ni siquiera sonrojarse por la tremenda burrada que estaba soltando. Así, sin anestesia. 


El de Os Peares habla de los peligros de subir el salario mínimo que, de por si, ya es mínimo, y se supone que es lo mínimo que un ser humano puede cobrar en la España de 2025 para subsistir. Sin embargo, al moderado Alberto no le parece bien. 


Para él, que alguien pase de 700 a 1.000 euros mensuales, significa una subida indiscriminada y, por tanto, desproporcionada. No le parece de recibo que la gente tenga unas mínimas condiciones de vida. ¿Dónde iríamos a parar si a todo el mundo se le da por vivir dignamente, verdad Alberto?


Cualquiera sabe que cuánto más se cobra más se paga a Hacienda, y que si se superan unos ingresos, el tramo de cotización sube. Pensaba que todos los españoles aspiraban a incrementar sus ingresos, prefiriendo cobrar, por ejemplo, catorce mil euros mensuales, y pagar a Hacienda, que ganar 700 y no cotizar.


Creía que si más gente gana más dinero, más subiría el consumo, y los negocios facturarían más y la gente viviría mejor. Pero para Alberto Núñez se trata de todo lo contrario, de empobrecer a la gente, porque eso va a favor de los intereses de la derecha. Cuánto más pobres y menos formados, mejor.


También dijo que es el Gobierno el que se queda con el dinero de la recaudación. No Alberto, quien se queda con el dinero de la recaudación es el Estado, es decir, todos nosotros, incluido tú. ¿Y para qué? Pues para pagar a los profesores, a los médicos, para hacer carreteras, o para pagar las pensiones de los jubilados, esas que tu partido se negó a subir, ¿recuerdas?


Lo que resulta incomprensible, es cómo es posible que un trabajador medio en España puede votar a esta gente. La única explicación es la falta de educación, de cultura, de información, y de creerse cualquier cosa que le echan sin plantearse siquiera si es verdad o mentira. A ver Alberto, ¿tú eres así porque eres así, o eres así porque te lo haces? En todo caso, ambas posibilidades, son igualmente graves.


Publicado en PontevedraViva.com el día 04 de Julio de 2025



viernes, 27 de junio de 2025

El 5%

András, 27 junio de 2025


El plante de Pedro Sánchez a las exigencias de Donald Trump esta semana en la cumbre de la OTAN es una buena noticia. Que nuestro presidente se plante ante un matón inculto que ni siquiera sabe dónde está España debería ser motivo de aplauso por parte de todos. 


Como español, me siento orgulloso de que el presidente de mi país anteponga intereses nacionales más importantes para las personas que los del loco del pelo amarillo, que solo responde a intereses comerciales para su país.


El 5% que se ha inventado, y que fácilmente podría haber sido un 6 o un 7%, es una locura, y esconde intereses comerciales de las empresas armamentísticas americanas.


El 5% es el presupuesto nacional en educación, el 7% el de sanidad, el 1% el destinado a las universidades. No hay que descuidar la defensa, por supuesto, pero en un estado de derecho que aspira a ser un estado del bienestar como el nuestro, el dinero debe ser invertido dónde realmente hace falta.


El plante de Sánchez es lo que se espera de alguien que debe defender los intereses de las personas, anteponer el estado del bienestar que tanto nos ha costado lograr y más mantener. 


¿Dónde está Feijóo saliendo a ratificar y apoyar la decisión del presidente del gobierno? Eso sería mostrar lealtad, significaría ser patriota y responsable. Pero no lo veremos. 


Al PP no le temblaría la mano a la hora de recortar en sanidad, educación, universidades, cultura o lo que haga falta con tal de contentar al amigo yanki. Ya lo están haciendo en las comunidades donde gobiernan.


¿Cuál es la propuesta de Feijóo en esta asunto? La de siempre, ninguna. Como dijo Sánchez, de haber estado Alberto en La Haya, ademas de haber aceptado a pies juntillas la petición de Trump, habríamos hecho el ridículo más absoluto, con más cabezazos que los de Piqué. 


Publicado en PontevedraViva.com el día 27 de Junio de 2025


viernes, 20 de junio de 2025

¡Cómo cansa hacer oposición!

András, 20 junio de 2025

Lo primero, mi más absoluta condena a cualquier caso de corrupción, o presunta corrupción, que sale a la luz, sea del partido que sea. El primer paso para resolver un problema es reconocerlo, y el primer paso para tratar la corrupción desde un punto de vista lo más objetivo posible, es separarla de cualquier seña partidista.

El que está en el foco ahora es el PSOE, pero no olvidemos los temas que ensucian la presidencia de Ayuso en Madrid. Como será la cosa, que la mayoría parlamentaria de izquierdas, antepone la ideología a la degradación que sufre la vida política del partido socialista en este momento. 


Siendo la corrupción un problema endémico de este país, un asunto del que no somos capaces de librarnos, cómo será el susto que supone la llegada de la derecha al poder para que prefiramos políticas de izquierdas corruptas, a las del PP y sus colegas fachas.


Además, la derecha tampoco es garantía de limpieza, solo hay que ver su historial, el PP es el primer partido de la democracia en ser condenado a título lucrativo por corrupción. Ya no hablamos de corruptos individuales, o de tramas, sino de la propia organización.


Un país en el que la única razón por la que caen los gobiernos es la corrupción, es un país democráticamente enfermo. Que el único argumento de la oposición se centre en ensalzar casos de corrupción, sin dedicar una sola pregunta a los temas importantes de la gobernanza del país, dice mucho del camino que llevamos. 


Lo evidenció el ministro de Economía, Carlos Cuervo, esta semana en el Congreso, cuando reprochó a la oposición que la primera pregunta en materia económica se demorase 537 días. Una de dos, o todo va muy bien en esa materia, o al PP le da igual el asunto. Ambas afirmaciones son ciertas, la economía no es un problema, y al PP cualquier asunto de estado le importa un bledo. Solo quieren el poder.


La corrupción es inaceptable, pero debemos asumir que es algo innato al ser humano, no es nada nuevo. Las mordidas y las comisiones vienen del origen de los tiempos, y esto no significa que la debamos aceptar, pero no debería ser el único motivo de acción de la oposición.


Hasta que no haya un pacto por escrito de los principales partidos en el que se marquen una serie de líneas rojas y de acciones a seguir cada vez que surja un nuevo caso, no avanzaremos. Pero esto no ocurrirá, porque saben que si lo firman tendrán que centrarse en hacer oposición tratando temas importantes, proponiendo medidas, fiscalizando a los gobiernos con propuestas… y eso es muy cansado, mucho más que leer el periódico por la mañana y hacerse eco del primer bulo que leen.


La corrupción es transversal, no es de unos o de otros. Afecta a cualquiera y nos afecta a todos. Acabar con ella es una quimera porque depende de cada individuo. Pero podemos combatirla, pactar normas para reducir sus efectos y para aislar a los corruptos. Pero para eso hace falta voluntad política, lo único de lo que carecemos en este país.


Publicado en PontevedraViva.com el día 20 de Junio de 2025


viernes, 13 de junio de 2025

Condena o complicidad

András, 14 junio de 2025


La última salida de tono de Ayuso podría ser más grave de lo que la mayoría de los que le aplauden creen. Quienes le ríen las gracias y se dejan manipular por mensajes y actuaciones propias de un macarra en la barra de un bar, tienen más papeletas para complicarse la vida que ella si la cosa se complicase. Pero así es la vida, cada uno tiene lo que se merece.


Hacer oposición, exigir responsabilidad al que gobierna, demandar mejoras, protestar por las medidas que se consideran injustas, o para las que se tiene otra propuesta, entra en el juego de la política. De hecho, eso es hacer política, y la labor de la oposición debe de ser tan importante, y responsable, como la del propio gobierno. 


Pero ningunear a las instituciones del Estado y lanzar mensajes golpistas cargados de falacias y mentiras que van directamente al corazón de la democracia, es otra cosa. Por eso la actuación de Ayuso en la última conferencia de presidentes debería tener consecuencias penales o, cuando menos, administrativas. No se puede permitir semejante afrenta al Estado. 


Cuando se ha luchado durante tantos años para poder hablar en el idioma propio de nuestra tierra, cuando tanta gente ha sido encarcelada y perseguida por hacerlo, no puede llegar una incompetente para tirarlo todo por el suelo.


Pretender que la gente abandone sus señas de identidad, no respetar su cultura y su idioma, es lamentable. Pero todavía lo es más no respetar las normas que nos hemos dado para que cada uno se exprese en cualquiera de los idiomas oficiales del Estado. ¿Cuál es la diferencia entre la derecha españolista y el nacionalismo periférico más radical? En esencia ninguna, solo el territorio que defienden y el idioma en el que se expresan.


Ayuso es una ignorante en manos de unos incendiarios, que juega con cosas que son peligrosas. Ejercer constantemente un papel de enfrentamiento bajo una aparente actitud jocosa, podría tener consecuencias gravísimas. 


El ambiente permanentemente enrarecido, poner siempre en entredicho la legitimidad del gobierno, identificarlos con el terrorismo, apelar a la falta de libertad o, simplemente, bromear con el consumo del alcohol, un problema que se lleva por delante miles de vidas y rompe otras tantas familias cada año, son actuaciones que, antes o después, nos traerán consecuencias muy graves para la convivencia democrática en España.


La ofensa de Ayuso a todos los gallegos no puede pasarse por algo. Es momento de exigir la condena absoluta del presidente de la Xunta de Galicia por el desprecio a una de las señas de identidad de nuestra cultura. De no hacerlo, se convertirá inmediatamente en su cómplice y tendremos que entender que está de acuerdo con ella. 

¿Cómo es posible que, estando sentado en la misma mesa, saliese justificando su actuación? ¿Con qué cara volverá a Galicia para pedir el voto en gallego? Y, sobre todo, ¿cuándo se dará cuenta la gente de que el PP va contra sus intereses?


Publicado en PontevedraViva.com el día 13 de Junio de 2025


viernes, 6 de junio de 2025

¿Y si la duda fuera PP o democracia?

András, 06 junio de 2025


A Feijóo ya no le quedan más líneas rojas que cruzar. El moderado que acabó convirtiéndose en un arrogante frustrado que engola la voz cuando habla en castellano para hacerse el interesante, se ha pasado de la raya. 


La penúltima pasada de frenada es la convocatoria de la manifestación de este fin de semana en Madrid bajo el lema "mafia o democracia". Sí, aunque parezca difícil de creer, el jefe del partido más corrupto de la democracia ha convocado una manifestación en contra de la corrupción.


En el hipotético caso de que, haciendo un ejercicio de buenísimo infinito, pudiésemos llegar a pensar que sus motivaciones son el hartazgo por los centenares de corruptos que campan a sus anchas en el partido, hubieran decidido dar un paso adelante para reconocer sus errores, nos estaríamos equivocando.


Porque no se trata de una manifestación en contra de la corrupción, sino de un ataque frontal al sistema democrático. Acusar al gobierno, legítimo, de actuar como una organización mafiosa no es libertad de expresión, es deslegitimación institucional, es sembrar odio, es fomentar el enfrentamiento y es preparar el terreno para justificar cualquier cosa.


Cuando se considera al adversario como una organización mafiosa y no un rival político, ¿qué límites quedan? Pero no nos confundamos, el lema elegido no es un desliz, ni siquiera una frase hecha para generar un eslogan de fácil consumo. Se trata de una estrategia. 


Feijóo, que no suma dónde hay que sumar para formar una mayoría que le otorgue la presidencia del gobierno, se agarra a la opción de incendiar las calles para no ser devorado por los suyos. Por eso pide al independentismo catalán el apoyo para derrocar al gobierno. 


Si, si, los mismos que hasta hace cuatro días eran separatistas, terroristas y que querían romper España, ahora parece ser que ya no son peligrosos. Pero vamos a ver, Alberto, para que me quede claro, por si por el efecto de un golpe de calor traicionero se me pasara por la cabeza la remota idea de votarte algún día, ¿los de Junts valen o no valen para apoyar los gobiernos de España? ¿O solo son terroristas cuando apoyan al PSOE?


En fin, Feijóo no deja de ser un muñeco en manos del ala dura de Génova, de los franquistas que todavía campan a sus anchas en el partido que fundó un ministro de Franco, por eso lanza una consigna que divide a los españoles: o estás con ellos, o eres parte de la mafia.

Se ha plegado a la clásica forma de actuar de la derecha, siempre sectaria y separando entre buenos y malos; entre la gente normal de toda la vida, que se confiesa y comulga para lograr la absolución de sus delitos, que ellos llaman pecados; y los rojos peligrosos, que apoyan a las minorías, suben el salario mínimo a los trabajadores y son feministas.


No olvidemos que sus raíces son franquistas y que votaron en contra de la Constitución. Su modelo no es la democracia, es el poder al precio que sea.


Publicado en PontevedraViva.com el día 06 de junio de 2025